La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días reconoce el papel fundamental que desempeñan los jóvenes en la construcción del reino de Dios. En un entorno en constante cambio, la Iglesia busca guiar a los jóvenes, empoderarlos y prepararlos para enfrentar los desafíos y oportunidades que se les presentan.
Un Nuevo Horizonte para los Jóvenes
El año 2020, marcado por la pandemia del COVID-19, presentó desafíos sin precedentes para la humanidad. La Iglesia, sin embargo, no se desanimó. Las presidencias generales de las Mujeres Jóvenes y los Hombres Jóvenes vieron este momento como una oportunidad para fortalecer la fe y el servicio de los jóvenes. La hermana Bonnie H. Cordon, presidenta general de las Mujeres Jóvenes, destacó el desarrollo de la empatía y la conciencia por los demás en los jóvenes, quienes se vieron confrontados con las dificultades que la pandemia trajo consigo. El presidente Steven J. Lund, presidente general de los Hombres Jóvenes, señaló que la experiencia de la pandemia nos ha enseñado a ser más compasivos con aquellos que se sienten aislados, ya que todos hemos experimentado la sensación de soledad en algún momento.
El hermano Bradley R. Wilcox, segundo consejero de la Presidencia General de los Hombres Jóvenes, resaltó la oportunidad que tuvo la pandemia para que los jóvenes se conectaran y se apoyaran mutuamente. La hermana Michelle D. Craig, primera consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, enfatizó que los jóvenes son resilientes y están equipados para enfrentar los desafíos de nuestro tiempo. La hermana Rebecca L. Craven, segunda consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, señaló que la nueva normalidad es una oportunidad para que los jóvenes descubran y participen en la gran obra del Señor. El hermano Ahmad S. Corbitt, primer consejero de la Presidencia General de los Hombres Jóvenes, recordó la profecía de José Smith, que afirma que ninguna fuerza, ni siquiera una pandemia global, puede detener el avance del reino de Dios.
El Llamado a la Gran Obra
La Iglesia anima a los jóvenes a unirse al batallón del señor para reunir a Israel, tal como lo ha pedido el presidente Russell M. Nelson. El tema de los jóvenes para el 2021, una gran obra, encuentra su fundamento en Doctrina y Convenios 64:33-34, que nos recuerda que no debemos cansarnos de hacer el bien. La presidenta Cordon insta a los jóvenes a seguir adelante con el esfuerzo, ya que es una gran obra que responde al llamado profético de ser parte del batallón que reúne a Israel.
El hermano Corbitt alienta a los jóvenes a ver a sus compañeros como el Padre Celestial ve a Sus hijos, con potencial ilimitado. Tanto el nuevo lema de las Mujeres Jóvenes como el tema del quórum del Sacerdocio Aarónico enfatizan la importancia de ser discípulos del Salvador. La presidenta Cordon invita a los líderes de las Mujeres Jóvenes a memorizar el tema del quórum del Sacerdocio Aarónico, y a los líderes de los Hombres Jóvenes a memorizar el tema de las Mujeres Jóvenes, ya que estas declaraciones nos ayudan a comprender quiénes somos, cuál es nuestro propósito y a sentir que pertenecemos a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
El hermano Wilcox espera que el tema del quórum del Sacerdocio Aarónico se convierta en un elemento fundamental en la vida diaria de los jóvenes, recordándoles que son hijos amados de Dios y que tienen una obra que realizar. El presidente Lund espera que la iniciativa de Niños y Jóvenes continúe evolucionando, agregando nuevas características que ayuden a los jóvenes a vivir el Evangelio, cuidar de los necesitados, invitar a otros a escuchar y fortalecer las familias para la eternidad.
La Visión de la Iglesia sobre los Jóvenes
La Iglesia ve a los jóvenes como una fuerza poderosa para el bien, con un potencial sin límites para servir al Señor y construir Su reino. Se les considera:
- Empáticos y compasivos: La pandemia ha desarrollado en ellos una mayor sensibilidad hacia las necesidades de los demás.
- Resilientes y capaces: Han demostrado su capacidad para enfrentar desafíos y adaptarse a situaciones difíciles.
- Líderes y agentes de cambio: Están llamados a ser parte de la solución a los problemas del entorno.
- Discípulos del Salvador: Se les invita a seguir el ejemplo de Jesucristo y a vivir su Evangelio.
- Unidos en la gran obra: Son parte del batallón que reúne a Israel y edifica el reino de Dios.
La Importancia de la Familia y el Servicio
La Iglesia enfatiza la importancia de la familia en la formación de los jóvenes. Se les anima a fortalecer los lazos familiares y a servir a sus seres queridos. El servicio es un elemento fundamental en la vida de los jóvenes, ya que les permite desarrollar sus talentos, aprender a amar a los demás y fortalecer su testimonio. La Iglesia ofrece diversas oportunidades para que los jóvenes se involucren en el servicio, tanto dentro como fuera de la Iglesia.
Consultas Habituales
¿Qué espera la Iglesia de los jóvenes?
La Iglesia espera que los jóvenes sean discípulos del Salvador, que vivan el Evangelio, que se involucren en el servicio y que se unan a la gran obra de reunir a Israel.
¿Cómo pueden los jóvenes contribuir a la Iglesia?
Los jóvenes pueden contribuir a la Iglesia a través del servicio, la participación en actividades de la Iglesia, el fortalecimiento de sus familias y el compartir su testimonio con los demás.
¿Qué oportunidades de servicio existen para los jóvenes?
Existen diversas oportunidades de servicio para los jóvenes, como servir en las misiones, ayudar a los necesitados, participar en actividades de la comunidad y fortalecer las familias.
¿Cómo pueden los jóvenes fortalecer su testimonio?
Los jóvenes pueden fortalecer su testimonio a través del estudio de las Escrituras, la oración, la participación en las actividades de la Iglesia y el servicio a los demás.
¿Qué recursos ofrece la Iglesia para los jóvenes?
La Iglesia ofrece una variedad de recursos para los jóvenes, como las Escrituras, las conferencias generales, las reuniones de la Iglesia, los programas de jóvenes y los recursos en línea.
La Iglesia ve a los jóvenes como una fuerza vital para el bien, con un papel fundamental en la construcción del reino de Dios. Se les invita a unirse a la gran obra, a servir al Señor y a compartir su testimonio con el entorno. La Iglesia ofrece a los jóvenes oportunidades para crecer, aprender, servir y fortalecer su fe. Al seguir el camino del discipulado, los jóvenes pueden alcanzar su máximo potencial y contribuir a la construcción de un entorno mejor.
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