El libro de Malaquías, el último libro profético del Antiguo Testamento, contiene un mensaje contundente sobre la importancia del diezmo y la fidelidad a Dios. En un tiempo donde el pueblo de Israel se había alejado de los mandamientos divinos, Malaquías confronta su desobediencia, especialmente en relación con el diezmo, y presenta una promesa de restauración y bendición para aquellos que se arrepienten y vuelven a Dios.
- El Diezmo en Malaquías 3:8-10: Un Llamado a la Fidelidad
- El Diezmo en Malaquías 3:8-10: Más que un Impuesto
- El Diezmo en Malaquías 3:8-10: Un Principio para Hoy
- Malaquías 3:10: La Promesa de Bendición
- Malaquías 6:3: El Camino a la Aprobación de Dios
- Malaquías 6:3: El Diezmo en el Contexto de la Justicia
- El Diezmo: Una Expresión de Fe y Gratitud
- Consultas Habituales sobre el Diezmo en Malaquías
- El Diezmo y la Abundancia de Dios
El Diezmo en Malaquías 3:8-10: Un Llamado a la Fidelidad
El pasaje clave en Malaquías sobre el diezmo se encuentra en los versículos 8 al 10 del capítulo 3: desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho jehová de los ejércitos. mas dijisteis: ¿en qué hemos de volvernos? ¿robará el hombre a dios? pues vosotros me habéis robado. y dijisteis: ¿en qué te hemos robado? en vuestros diezmos y ofrendas. malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
En este pasaje, Dios, a través del profeta Malaquías, expone la desobediencia del pueblo de Israel. Han dejado de obedecer sus leyes y se han apartado de Él. La acusación principal es que han robado a Dios al no entregar los diezmos y las ofrendas que le correspondían. Dios les recuerda que el diezmo no es un regalo opcional, sino una obligación, una forma de reconocer su soberanía y su provisión.
La frase malditos sois con maldición es una advertencia seria. La desobediencia al mandamiento del diezmo trae consecuencias espirituales negativas. Sin embargo, Dios ofrece una promesa de restauración y bendición: traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde .
Este pasaje nos enseña que la fidelidad en el diezmo no es una cuestión de legalismo, sino de obediencia y confianza en Dios. Al entregarle lo que le pertenece, estamos reconociendo su autoridad en nuestras vidas y confiando en su promesa de provisión y bendición.
El Diezmo en Malaquías 3:8-10: Más que un Impuesto
Es importante destacar que el diezmo en Malaquías 3:8-10 va más allá de un simple impuesto. Es un acto de adoración y reconocimiento de la soberanía de Dios. Al entregar el diezmo, el pueblo de Israel estaba reconociendo que todo lo que tenían era un regalo de Dios, y que Él tenía derecho a una parte de lo que Él mismo les había dado.
El diezmo era una forma de expresar gratitud por las bendiciones recibidas y de confiar en Dios para que proveyera para sus necesidades. Era un acto de fe y de obediencia, y una forma de fortalecer la relación con Dios.
¿Qué significa traed todos los diezmos al alfolí ?
La frase traed todos los diezmos al alfolí no solo se refiere a la entrega física del diezmo, sino también a la actitud con la que se hacía. El alfolí era un lugar donde se almacenaba la comida para el templo y para los pobres. Al entregar el diezmo al alfolí, el pueblo de Israel estaba demostrando su compromiso con el bienestar de la comunidad y con la adoración a Dios.
El diezmo no se debía entregar a regañadientes, sino con alegría y generosidad, como una expresión de gratitud por las bendiciones recibidas.
El Diezmo en Malaquías 3:8-10: Un Principio para Hoy
Aunque el diezmo era un mandamiento específico para el pueblo de Israel en el Antiguo Testamento, los principios detrás del diezmo siguen siendo relevantes para los cristianos de hoy. Dios sigue siendo el dueño de todo, y somos administradores de sus recursos. Debemos reconocer que todo lo que tenemos es un regalo de Dios, y que Él merece una parte de lo que Él mismo nos ha dado.
El diezmo es una forma de expresar nuestra gratitud a Dios por su provisión, de fortalecer nuestra relación con Él y de participar en su obra en el entorno. Es un acto de fe y de obediencia, y una forma de confiar en Dios para que nos provea y nos bendiga.
Malaquías 3:10: La Promesa de Bendición
La promesa de bendición en Malaquías 3:10 es una de las más poderosas del Antiguo Testamento. Dios promete abrir las ventanas de los cielos y derramar bendiciones hasta que sobreabunden sobre aquellos que le obedecen y le entregan su diezmo.
Esta promesa no se limita a las bendiciones materiales, sino que también incluye bendiciones espirituales, emocionales y físicas. Dios desea bendecir a aquellos que le aman y le obedecen.
Malaquías 6:3: El Camino a la Aprobación de Dios
Otro pasaje importante en Malaquías que habla sobre la justicia y la agradabilidad a Dios se encuentra en el capítulo 6, versículo 3: ¿con qué me presentaré ante jehová, y adoraré al dios altísimo? ¿me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿se agradará jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu dios.
En este pasaje, Dios, a través del profeta Malaquías, está respondiendo a la pregunta del pueblo de Israel sobre cómo agradarlo. Él declara que los sacrificios y las ofrendas materiales no son suficientes para agradarlo. Lo que Dios busca es un corazón que haga justicia, ame la misericordia y se humille ante Él.
La justicia, la misericordia y la humildad son los pilares de una vida agradable a Dios. Estos principios se basan en el amor al prójimo, en la compasión por los necesitados y en la humilde dependencia de Dios.
Malaquías 6:3: El Diezmo en el Contexto de la Justicia
El diezmo, como una expresión de justicia y de reconocimiento de la soberanía de Dios, encaja perfectamente dentro de los principios de justicia, misericordia y humildad que Dios busca en su pueblo. Al entregar el diezmo, estamos reconociendo que Dios es el dueño de todo, y que tenemos la responsabilidad de compartir sus bendiciones con los demás.
El diezmo es una forma de practicar la justicia al ayudar a los necesitados y al apoyar la obra de Dios en el entorno. Es una forma de amar la misericordia al compartir nuestros recursos con aquellos que no tienen. Y es una forma de humillarnos ante Dios al reconocer que todo lo que tenemos es un regalo de Él.
El Diezmo: Una Expresión de Fe y Gratitud
En esencia, el diezmo es una expresión de fe y gratitud. Es una forma de confiar en Dios para que nos provea y de reconocer que Él es el dueño de todo lo que tenemos. Al entregarle el diezmo, estamos demostrando nuestra confianza en su promesa de provisión y nuestra voluntad de compartir sus bendiciones con los demás.
Consultas Habituales sobre el Diezmo en Malaquías
¿Es obligatorio el diezmo para los cristianos?
La Biblia no establece un mandamiento explícito para el diezmo en el Nuevo Testamento. Sin embargo, los principios detrás del diezmo siguen siendo relevantes para los cristianos de hoy. Es un acto de fe y gratitud, una forma de reconocer la soberanía de Dios y de compartir sus bendiciones con los demás. La decisión de diezmar es personal y debe tomarse con discernimiento y oración.
¿Qué porcentaje se debe diezmar?
En el Antiguo Testamento, el diezmo era del diez por ciento de los ingresos. En el Nuevo Testamento no hay un porcentaje específico. La cantidad que se decide diezmar es una decisión personal que debe tomarse con oración y discernimiento. Lo importante es que sea una ofrenda generosa y que refleje un corazón agradecido a Dios.
¿A quién se debe entregar el diezmo?
En el Antiguo Testamento, el diezmo se entregaba al templo para el sustento de los sacerdotes y los levitas, y para el apoyo de los pobres. En la actualidad, el diezmo se puede entregar a la iglesia, a una organización benéfica o a una causa que esté en línea con los valores cristianos.
¿Qué beneficios trae el diezmar?
El diezmo no es un trato de dar para recibir. Es una expresión de fe y gratitud a Dios. Sin embargo, la Biblia promete bendiciones a aquellos que son fieles en sus ofrendas. Estas bendiciones pueden ser materiales, espirituales, emocionales y físicas. Dios desea bendecir a aquellos que le aman y le obedecen.
El Diezmo y la Abundancia de Dios
El libro de Malaquías nos recuerda la importancia del diezmo como una expresión de fidelidad y confianza en Dios. Al entregarle lo que le pertenece, estamos reconociendo su soberanía en nuestras vidas y confiando en su promesa de provisión y bendición. El diezmo no es un acto de legalismo, sino un acto de adoración y gratitud, una forma de fortalecer nuestra relación con Dios y de compartir sus bendiciones con los demás.
La promesa de bendición en Malaquías 3:10 nos anima a ser fieles en el diezmo, sabiendo que Dios abrirá las ventanas de los cielos y derramará sobre nosotros bendiciones hasta que sobreabunden. Al ser generosos con Dios, Él se mostrará generoso con nosotros.
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