En el corazón de Mejorada del Campo, un pueblo a las afueras de Madrid, se alza una construcción singular que ha cautivado la imaginación de muchos: la Catedral de Justo. No es una catedral en el sentido tradicional, no está consagrada ni reconocida por la Iglesia Católica, pero su historia es un testimonio conmovedor de la fe, la tenacidad y la creatividad humana.
Su creador, Justo Gallego Martínez, un hombre sencillo con una profunda fe, dedicó más de 50 años de su vida a construir esta obra monumental, utilizando materiales reciclados y técnicas improvisadas, sin tener ninguna formación en arquitectura o ingeniería.
Un Sueño Nacido de la Fe
La historia de la Catedral de Justo comienza en 1961, cuando Justo, tras ser expulsado de un monasterio por una enfermedad, hizo una promesa a Dios: si se curaba, construiría una catedral en honor a la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil.
Justo, un hombre de pocas palabras, pero con una fe inquebrantable, se embarcó en esta ambiciosa tarea. Con sus propias manos, sin planos ni diseños, comenzó a levantar la catedral en un terreno propiedad de su familia.
Utilizando materiales que encontraba en su entorno, como ladrillos desechados de una fábrica cercana, bidones de gasolina viejos y hasta una rueda de bicicleta, fue construyendo poco a poco su sueño.
Un Edificio Singular
La Catedral de Justo es un edificio de grandes proporciones, que recuerda a una catedral gótica, pero con un estilo único, fruto de la imaginación y la creatividad de su creador.
Cuenta con todos los elementos característicos de una catedral: cripta, claustro, escalinata, arcadas, pórticos, escaleras de caracol, etc.
El interior, con sus tres naves, una de ellas más ancha que las demás, siguiendo el esquema tradicional de una catedral católica, es un espacio grandioso e inspirador.
La cúpula, una de las partes más complejas y llamativas de la construcción, se alza imponente sobre el resto del edificio.
El patio interior, con su disposición peculiar de hormigón, alambres y hierros, es otro espacio único que invita a la reflexión.
Los murales, obra del pintor Carlos Romano, aunque incompletos, añaden un toque de color y simbolismo al interior de la catedral.
Más que una Catedral: Un Símbolo
La Catedral de Justo no es solo un edificio, es un símbolo. Un símbolo de la fe, de la perseverancia, de la creatividad, y de la capacidad humana para realizar grandes cosas con pocos recursos.
Su historia ha inspirado a muchas personas alrededor del entorno, convirtiéndose en un ejemplo de que la fe puede mover montañas, incluso si estas montañas son de ladrillos reciclados y bidones de gasolina.
Tras la muerte de Justo en 2021, la Catedral de Justo fue donada a Mensajeros de la Paz, una organización que se dedica a ayudar a los más necesitados.
La organización está trabajando para completar la construcción de la catedral y convertirla en un centro cultural y religioso, un espacio para la reflexión y la oración, y un homenaje al legado de Justo Gallego Martínez.
Consultas Habituales
¿Por qué se llama catedral de justo ?
Se llama catedral de justo porque fue construida por Justo Gallego Martínez, un hombre sencillo que dedicó su vida a la construcción de este edificio.
¿Es una catedral reconocida por la Iglesia Católica?
No, no está consagrada ni reconocida por la Iglesia Católica.
¿Qué materiales se utilizaron para construir la catedral?
Justo utilizó materiales reciclados, como ladrillos desechados, bidones de gasolina viejos, hierros de obra y otros materiales que encontraba en su entorno.
¿Quién está a cargo de la Catedral de Justo en la actualidad?
La Catedral de Justo está a cargo de Mensajeros de la Paz, una organización que se dedica a ayudar a los más necesitados.
¿Cómo puedo visitar la Catedral de Justo?
La Catedral de Justo está abierta al público para visitas guiadas. Puedes encontrar información sobre horarios y visitas en la página web de Mensajeros de la Paz.
La Catedral de Justo: Un Legado para el Futuro
La Catedral de Justo es un testimonio de que la fe, la tenacidad y la creatividad humana pueden construir grandes cosas, incluso en los lugares más inesperados.
Es un legado que nos recuerda que la esperanza y la fe pueden inspirar a las personas a realizar grandes sueños, sin importar los obstáculos que se presenten en el camino.
La Catedral de Justo es un lugar único que invita a la reflexión, a la inspiración y a la admiración por la capacidad humana para crear belleza y esperanza en un entorno a menudo marcado por la complejidad y la incertidumbre.
La Catedral de Justo es un ejemplo conmovedor de la fuerza de la fe, la perseverancia y la creatividad humana. Su historia nos recuerda que incluso con pocos recursos y sin formación especializada, se pueden realizar grandes sueños.
Es un monumento que invita a la reflexión sobre la capacidad humana para crear belleza y esperanza, y a la vez, un testimonio de la importancia de la fe y la tenacidad para superar los obstáculos y alcanzar los objetivos más ambiciosos.
La Catedral de Justo es un lugar único que invita a la admiración y a la reflexión, y que nos recuerda que la esperanza y la fe son dos de las fuerzas más poderosas que existen.
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