Felicitas guerrero: amor, fortuna y tragedia en la iglesia san ignacio

La historia de Felicitas Guerrero, una figura emblemática de la alta sociedad argentina del siglo XIX, está intrínsecamente ligada a la Iglesia de San Ignacio en Buenos Aires. Esta iglesia, ubicada en el corazón de la ciudad, fue el escenario de su matrimonio con el acaudalado hacendado Martín de Álzaga, un enlace que marcó el destino de la joven Felicitas y que la convirtió en una de las mujeres más ricas de su época.

Índice

Un Matrimonio Arreglado en la Iglesia de San Ignacio

El 2 de junio de 1864, en la Iglesia de San Ignacio, Felicitas, con tan solo 18 años, se unió en matrimonio con Martín de Álzaga, un hombre de 50 años, 32 años mayor que ella. El enlace, un matrimonio arreglado por conveniencia social y económica, no estuvo exento de polémica. Felicitas, una joven de espíritu libre y apasionado, soñaba con un amor romántico y no con un matrimonio de conveniencia. Sin embargo, la presión social y la influencia de su familia la llevaron a aceptar la propuesta de Álzaga, un hombre de gran fortuna y posición social.

El Legado de Martín de Álzaga

Martín de Álzaga era nieto de Martín de Álzaga y Olavarría, un personaje histórico de la Revolución de Mayo. Su familia, de origen vasco, había llegado a América del Sur en el siglo XVI y se había convertido en una de las familias más poderosas de Buenos Aires. La fortuna de Álzaga provenía de sus extensas propiedades rurales, que abarcaban miles de hectáreas en la provincia de Buenos Aires. Al casarse con Felicitas, ella heredó una fortuna considerable, que la convirtió en una de las mujeres más ricas del país.

iglesia de felicitas en barracas - Cuándo es el Día de las Felicitas

La Tragedia de Felicitas Guerrero

La vida de Felicitas con Martín de Álzaga estuvo marcada por la tragedia. Su primer hijo, Félix Francisco Solano, nació en 1866 pero falleció a los tres años, víctima de una epidemia de cólera que azotó Buenos Aires. La muerte de su hijo golpeó duramente a Felicitas y a su esposo, que ya padecía problemas de salud. En 1870, Martín de Álzaga murió a la edad de 56 años, dejando a Felicitas viuda a los 23 años.

La muerte de su esposo dejó a Felicitas dueña de una fortuna inmensa, pero también la sumió en una profunda tristeza. A pesar de su dolor, Felicitas se hizo cargo de los negocios de su marido, demostrando un gran talento para los negocios. Su vida social también se vio afectada por la tragedia, pero no dejó de frecuentar reuniones sociales y de ser una figura destacada en la sociedad porteña.

El Asesinato de Felicitas Guerrero

En 1872, Felicitas fue asesinada por Enrique Ocampo, un hombre que la amaba apasionadamente y que no aceptaba su rechazo. Ocampo, un hombre de origen aristocrático y de carácter violento, se obsesionó con Felicitas y la acosó durante años. Cuando ella se negó a casarse con él, Ocampo la asesinó en la quinta La Noria, ubicada en el barrio de Barracas, en Buenos Aires. La muerte de Felicitas conmocionó a la sociedad porteña y se convirtió en un caso de gran resonancia pública.

La Quinta La Noria

La quinta La Noria, ubicada en el barrio de Barracas, era una propiedad que había pertenecido al abuelo de Martín de Álzaga. La quinta, que se extendía por varias hectáreas, contaba con una casa principal, jardines, un lago artificial y una capilla. La quinta La Noria fue demolida a principios del siglo XX para dar lugar a la plaza Colombia, pero la memoria de Felicitas aún perdura en este lugar.

El Legado de Felicitas Guerrero

Felicitas Guerrero murió a los 25 años, pero su historia ha trascendido las fronteras del tiempo. Su belleza, su fortuna y su trágica muerte la convirtieron en una figura legendaria. Su historia ha sido contada en libros, películas y obras de teatro. La casa museo de Domselaar, ubicada en el partido de San Vicente, provincia de Buenos Aires, conserva la memoria de Felicitas y de su familia. En esta casa, se pueden apreciar muebles, objetos y documentos que pertenecieron a Felicitas y a su familia, y se pueden conocer detalles de su vida y de su trágica muerte.

Lo que necesits saber

¿Quién heredó la fortuna de Felicitas Guerrero?

Tras la muerte de Felicitas, su fortuna fue heredada por sus padres, quienes la administraron y la utilizaron para mantener un estilo de vida opulento. Su hermano Carlos Francisco también tuvo un papel importante en la gestión de la fortuna familiar.

¿Dónde se encuentra la casa museo de Domselaar?

La casa museo de Domselaar se encuentra en el kilómetro 58 de la ruta 210, en el partido de San Vicente, provincia de Buenos Aires. La casa, que fue construida unos años después de la muerte de Felicitas, es un ejemplo de la arquitectura francesa del siglo XIX.

¿Cómo se puede visitar la casa museo de Domselaar?

La casa museo de Domselaar se puede visitar los domingos a las 14:30. Las visitas guiadas duran una hora y media y tienen un costo de 800 pesos para adultos y 400 pesos para niños de hasta 12 años. Los niños menores de 3 años no pagan entrada. Para reservar una visita, se puede contactar al número de teléfono 11 7613 615

¿Qué se puede ver en la casa museo de Domselaar?

En la casa museo de Domselaar se pueden apreciar muebles, objetos y documentos que pertenecieron a Felicitas y a su familia. Entre los objetos más destacados se encuentran:

  • Un cuarto colonial con ropa de Felicitas, un retrato póstumo y hasta el dedal que usaba.
  • Pisos ingleses, un piano alemán que ganó el primer premio al mejor piano construido en Europa.
  • Obras de arte y mobiliario original que perteneció a la familia de Carlos Guerrero.
  • Una biblioteca con más de dos mil volúmenes, primeras ediciones, libros de arte, historia, una Biblia de 1777 y colecciones en español y en francés.
  • Un comedor con la mesa servida con un juego de losa inglesa que usaban los Guerrero, ollas de cobre de más de 140 años y sillas inglesas del siglo XVIII.

La Iglesia de San Ignacio: Un Lugar Histórico

La Iglesia de San Ignacio, ubicada en la calle San Martín al 760, en el barrio de Monserrat, es un edificio histórico que data del siglo XVIII. La iglesia fue construida por los jesuitas y es una de las iglesias más antiguas de Buenos Aires. La iglesia de San Ignacio es un ejemplo de la arquitectura barroca y es un lugar de gran valor histórico y cultural. La iglesia es un lugar de culto y también un lugar de interés turístico.

La Arquitectura de la Iglesia de San Ignacio

La iglesia de San Ignacio es un edificio de estilo barroco, con una fachada de piedra y una cúpula de madera. El interior de la iglesia está decorado con pinturas, esculturas y retablos. La iglesia cuenta con una nave central y dos naves laterales, y un coro elevado. La iglesia es un lugar de gran belleza y solemnidad.

La Historia de la Iglesia de San Ignacio

La iglesia de San Ignacio fue construida por los jesuitas en el siglo XVIII. La iglesia fue utilizada como centro de culto y de educación. Los jesuitas fueron expulsados de América del Sur en el siglo XVIII, pero la iglesia de San Ignacio continuó funcionando como lugar de culto. La iglesia fue declarada monumento histórico nacional en 194

La historia de Felicitas Guerrero está íntimamente ligada a la Iglesia de San Ignacio, el lugar donde se celebró su matrimonio con Martín de Álzaga. La Iglesia de San Ignacio, un lugar histórico y emblemático de la ciudad de Buenos Aires, fue testigo de un momento crucial en la vida de Felicitas, un momento que marcó su destino y la convirtió en una figura legendaria. La historia de Felicitas Guerrero nos recuerda la importancia de la historia y del patrimonio cultural, y nos invita a reflexionar sobre la vida, la muerte y el legado que dejamos en el entorno.

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