La historia de la Iglesia Católica en Argentina durante la última dictadura militar (1976-1983) está marcada por la tragedia y el dolor. Un ejemplo brutal de la represión y violencia que caracterizó a ese periodo fue la masacre de los padres palotinos, un evento que conmocionó al país y que aún hoy sigue generando conmoción y preguntas sin respuestas.
El Asesinato de los Padres Palotinos: Una Mañana de Terror
La mañana del domingo 4 de julio de 1976, la tranquilidad del barrio de Belgrano en Buenos Aires se vio interrumpida por un macabro descubrimiento. La Iglesia de San Patricio, hogar de la comunidad palotina, se convertía en el escenario de un atroz crimen. Cinco religiosos, los sacerdotes Pedro Dufau, Alfredo alfie Kelly y Alfredo Leaden, junto a los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti, fueron encontrados sin vida en la casa parroquial.
Los cuerpos yacían alineados bocabajo sobre la alfombra roja del living, víctimas de una ejecución fría y despiadada. En la escena del crimen se encontraron 35 vainas servidas y 15 proyectiles calibre 9 milímetros, evidenciando la brutalidad del ataque. Además, las paredes de la casa parroquial estaban manchadas con dos pintadas que dejaban en claro el mensaje de los asesinos: por los camaradas dinamitados en seguridad federal. venceremos. viva la patria y estos zurdos murieron por ser adoctrinadores de mentes vírgenes y son m.s.t.m (sigla del movimiento de sacerdotes del tercer entorno).
El asesinato de los cinco religiosos era una respuesta a un atentado con un explosivo cometido dos días antes por Montoneros en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal, donde murieron 24 personas. La dictadura, en su afán de eliminar cualquier oposición, decidió tomar venganza contra la comunidad palotina, acusándolos de ser adoctrinadores de mentes vírgenes.
Un Crimen Planificado en una Zona Liberada
La investigación posterior reveló que la masacre de los palotinos fue un crimen planificado y ejecutado con la complicidad de la policía. Diversos testimonios apuntan a que la zona de la iglesia fue liberada por la Comisaría 37 para que el grupo de tareas de la dictadura pudiera actuar con total impunidad.
La noche anterior al asesinato, vecinos del barrio observaron dos autos Peugeot estacionados frente a la iglesia, con cuatro o cinco hombres dentro de cada uno. Uno de los jóvenes, hijo de un oficial del Ejército, llamó a la Comisaría 37 al ver los autos sospechosos. Un patrullero de la Federal llegó al lugar y el oficial Miguel Ángel Romano habló con los ocupantes de los autos antes de retirarse con total tranquilidad.
Horas más tarde, los jóvenes vieron desde una ventana como varias personas con armas largas se bajaban de los vehículos y entraban a la iglesia. La operación, ejecutada con silenciadores, fue un acto de terrorismo de Estado que se llevó a cabo en una zona donde la policía había sido retirada para facilitar la acción de los asesinos.
La Reacción de la Iglesia y la Investigación Deliberadamente Fallida
La masacre de los palotinos fue un atentado brutal contra la Iglesia Católica, un ataque que no se podía ignorar. La jerarquía eclesiástica, consciente de las amenazas que enfrentaban los sacerdotes palotinos, condenó el crimen y exigió justicia.
El lunes 5 de julio se realizó una misa en San Patricio por los religiosos asesinados, con la presencia de autoridades militares y más de tres mil fieles. El padre Roberto Favre, con autorización de sus superiores, señaló elípticamente a los culpables, pidiendo que se buscara la justicia y la verdad. Desde el Vaticano, el papa Paulo VI condenó el atentado, mientras que su representante en la Argentina, el nuncio apostólico Pío Laghi, concelebraba la misa de San Patricio pero no decía una palabra.
La investigación judicial quedó a cargo del juez Guillermo Rivarola y su secretario Gustavo Guerrico, quienes no realizaron las acciones necesarias para esclarecer el crimen. A pesar de los testimonios de los jóvenes que habían visto a los policías dialogando con los asesinos, la investigación se estancó, lo que lleva a pensar que la orden del crimen había partido de la entraña del poder militar, paralizando la pesquisa.
El periodista Eduardo Kimel, en su libro la masacre de san patricio, denunció las irregularidades del procedimiento judicial, lo que le valió la condena de un año de prisión en suspenso por el delito de calumnias. Recién en 2008, la Corte Interamericana de Derechos Humanos le exigió al Estado argentino que dejara sin efecto la condena contra el periodista, lo indemnizara y modificara el Código Penal.
El Legado de los Padres Palotinos: Un Testimonio de Fe y Resistencia
La masacre de los palotinos fue un acto de barbarie que no solo marcó la historia de la Iglesia Católica en Argentina, sino que también dejó una profunda huella en el corazón de la sociedad. Los padres palotinos, a través de su compromiso con la justicia social y la defensa de los derechos humanos, se convirtieron en un símbolo de la resistencia frente a la dictadura.
El diario personal del padre Alfredo Kelly, escrito tres días antes de su muerte, refleja la profunda fe y el compromiso con su vocación que lo caracterizaban. En sus palabras se percibe la conciencia del peligro que corría, pero también la certeza de que su vida, aún en la muerte, sería un instrumento para la lucha por la justicia y la verdad.
La masacre de los palotinos fue un acto de barbarie que no solo marcó la historia de la Iglesia Católica en Argentina, sino que también dejó una profunda huella en el corazón de la sociedad. Los padres palotinos, a través de su compromiso con la justicia social y la defensa de los derechos humanos, se convirtieron en un símbolo de la resistencia frente a la dictadura.
La masacre de los palotinos fue un acto de barbarie que no solo marcó la historia de la Iglesia Católica en Argentina, sino que también dejó una profunda huella en el corazón de la sociedad. Los padres palotinos, a través de su compromiso con la justicia social y la defensa de los derechos humanos, se convirtieron en un símbolo de la resistencia frente a la dictadura.
La Importancia de Recordar y Luchar por la Memoria
La masacre de los palotinos es un recordatorio de la brutalidad de la dictadura argentina y de la importancia de luchar por la memoria, la verdad y la justicia. La historia de estos cinco religiosos, asesinados por defender sus ideales y su fe, nos inspira a seguir luchando por un entorno más justo y solidario, donde la violencia y la represión no tengan lugar.
Lo que necesits saber
¿Quiénes eran los padres palotinos?
Los padres palotinos son miembros de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paul, una orden religiosa católica fundada en 172Se dedican a la evangelización, la educación y la asistencia social, trabajando en diferentes partes del entorno.
¿Por qué fueron asesinados los padres palotinos?
Los padres palotinos fueron asesinados por la dictadura argentina en represalia por el atentado con un explosivo cometido por Montoneros en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal. La dictadura los acusó de ser adoctrinadores de mentes vírgenes y los consideraba un peligro para su régimen.
¿Quiénes fueron los responsables de la masacre?
La identidad de los asesinos aún no ha sido completamente esclarecida, pero la investigación apunta a la participación de grupos de tareas de la dictadura, con la complicidad de la policía.
¿Qué se ha hecho para esclarecer el crimen?
La investigación judicial, a cargo del juez Guillermo Rivarola, fue deliberadamente fallida. Diversas irregularidades y la falta de acción por parte de las autoridades impidieron que se hiciera justicia. Recién en 2008, la Corte Interamericana de Derechos Humanos le exigió al Estado argentino que dejara sin efecto la condena contra el periodista Eduardo Kimel, quien había denunciado las irregularidades de la investigación.
¿Cómo se recuerda la masacre de los palotinos?
La masacre de los palotinos es recordada con dolor y conmoción. La Iglesia Católica mantiene viva su memoria y se realizan diferentes actos de homenaje para recordar su sacrificio y su compromiso con la justicia social.
Tabla de Víctimas
| Nombre | Edad | Cargo |
|---|---|---|
| Pedro Dufau | 76 | Sacerdote |
| Alfredo alfie Kelly | 43 | Sacerdote |
| Alfredo Leaden | 57 | Sacerdote |
| Salvador Barbeito | 25 | Seminarista |
| Emilio Barletti | 24 | Seminarista |
La masacre de los palotinos es un capítulo oscuro de la historia argentina, un recordatorio del costo humano de la violencia y la represión. La memoria de estos cinco religiosos, asesinados por defender sus ideales y su fe, nos invita a seguir luchando por un entorno más justo y solidario, donde la violencia y la represión no tengan lugar.
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