En el camino hacia la madurez espiritual, la entrega a Dios es una de las disciplinas más desafiantes pero también más gratificantes. Es un proceso que implica liberar nuestro control sobre nuestros deseos, planes y sueños, y confiarlos en las manos de Dios. En este artículo, exploraremos el significado de la entrega, cómo podemos cultivarla en nuestras vidas y las recompensas que trae consigo.
¿Qué Significa Entregarse a Dios?
Entregarse a Dios significa renunciar a nuestro deseo de controlar nuestras vidas y aceptar Su voluntad como la tutorial suprema. Es un acto de fe que nos lleva a confiar en Su sabiduría y amor, incluso cuando no entendemos Sus planes. En lugar de aferrarnos a nuestros propios deseos y ambiciones, buscamos Su dirección y nos sometemos a Su autoridad.
La entrega no es un acto pasivo, sino un proceso activo que requiere esfuerzo y compromiso. Es un camino que requiere que nos examinemos a nosotros mismos, que reconozcamos nuestras debilidades y que busquemos la fuerza de Dios para superarlas.
Cultivando la Entrega en Nuestras Vidas
La entrega a Dios no ocurre de la noche a la mañana. Es un proceso gradual que requiere disciplina y perseverancia. Aquí hay algunos pasos prácticos que podemos tomar para cultivar la entrega en nuestras vidas:
Estudiar a Cristo
Jesús es el modelo perfecto de entrega. Él dejó de lado Su gloria celestial y se hizo hombre, sufriendo humillación y muerte en la cruz para redimirnos. Al estudiar Su vida, podemos aprender cómo Él se entregó al Padre y cómo podemos imitar Su ejemplo.
Hebreos 12:2 nos recuerda: puestos los ojos en jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de dios.
Compararnos con Cristo
Al comparar nuestras vidas con la de Jesús, podemos reconocer nuestras propias debilidades y fortalezas. Al ver Su sacrificio y obediencia, podemos encontrar motivación para superar nuestras propias dificultades y entregarnos a Dios.
Hebreos 12:3 nos anima: considerad, pues, a aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra sí mismo, para que no os canséis ni os desaniméis en vuestro corazón.
Dejarlo Ir
La entrega implica soltar el control sobre nuestras posesiones, deseos, planes y relaciones. Debemos confiar en Dios para que se encargue de estas áreas de nuestra vida, reconociendo que Él tiene un plan mejor que el nuestro.
Juan 12:24-25 nos enseña: en verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo; pero si muere, produce mucho fruto. 25el que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este entorno, la conservará para vida eterna.
Maneras Prácticas de Dejar Ir
Aquí hay algunas formas prácticas de aplicar el principio de dejar ir en nuestras vidas:
- Deja ir tus posesiones : Reconoce en oración que todo lo que tienes le pertenece a Dios y que eres solo un administrador de Sus bienes.
- Deja ir tu deseo de un puesto : Libera tu hambre de reconocimiento, beneficios y ventajas para Dios. Encuentra tu seguridad, valor e identidad en Él.
- Deja ir tus planes : Ten en cuenta que Dios puede cambiar tus planes para tu bien. No te enojes o desanimes cuando los planes cambien, sino confía en Su sabiduría.
- Deja ir a tu gente : Disfruta de tu familia y amigos, pero ten en cuenta que son solo temporales. Entrégalos a Dios y confía en Él para que se encargue de sus vidas y su felicidad.
Las Recompensas de la Entrega
Entregarse a Dios trae consigo innumerables recompensas. Al confiar en Él, experimentaremos:
- Paz y tranquilidad : La entrega nos libera de la ansiedad y el estrés de tratar de controlar todo.
- Libertad : Al dejar ir el control, encontramos verdadera libertad en la voluntad de Dios.
- Crecimiento espiritual : La entrega nos permite depender de Dios y crecer en nuestra relación con Él.
- Sorpresas y bendiciones : Dios tiene planes maravillosos para aquellos que se entregan a Él.
Cómo Es una Oración de Entrega
Una oración de entrega es una conversación honesta con Dios en la que reconocemos nuestra necesidad de Él y le entregamos nuestra vida. Podemos comenzar reconociendo nuestras limitaciones y nuestra incapacidad para controlar todo. Luego, podemos expresar nuestra voluntad de someternos a Su voluntad y confiar en Él para que se encargue de nuestras vidas.
Aquí hay un ejemplo de una oración de entrega:
Padre celestial, reconozco que no puedo controlar todo en mi vida. te pido que me ayudes a soltar el control y a confiar en ti. quiero someter mi voluntad a la tuya y confiar en tus planes para mi vida. ayúdame a dejar ir mis deseos, mis planes y mis temores. quiero vivir en libertad y paz, sabiendo que tú estás a cargo. en el nombre de jesús, amén.
Consultas Habituales
¿Qué sucede si no estoy seguro de cuál es la voluntad de Dios?
Es normal tener dudas sobre la voluntad de Dios. Podemos buscar Su dirección a través de la oración, la lectura de la Biblia, el consejo de otros creyentes y la reflexión personal. Dios nos guiará paso a paso, pero debemos estar dispuestos a obedecerle, incluso cuando no entendamos completamente Sus planes.
¿Qué pasa si siento que Dios no me está dando lo que quiero?
Es importante recordar que la voluntad de Dios no siempre coincide con nuestros deseos. Él tiene un plan para nosotros que es mejor que cualquier cosa que podamos imaginar. Debemos confiar en Él, incluso cuando no entendamos Sus razones.
¿Qué hago si me siento abrumado por la entrega?
La entrega es un proceso gradual. No tienes que hacerlo todo de una vez. Comienza con un pequeño paso y confía en Dios para que te ayude a avanzar. Recuerda que Él está contigo en cada paso del camino.
La entrega a Dios es un viaje que requiere fe, disciplina y perseverancia. Pero las recompensas de la entrega son infinitas. Al confiar en Dios, experimentaremos paz, libertad, crecimiento espiritual y bendiciones abundantes. ¡Que este artículo te inspire a tomar el paso de fe y entregar tu vida a Dios!
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