¿Decretar en la biblia? la verdad sobre yo declaro

En el ámbito religioso, la frase yo declaro o yo decreto se ha vuelto común. Muchos creyentes la utilizan en sus oraciones, afirmando que nuestras palabras poseen el poder de crear realidades materiales y hacer que los eventos sucedan. Frases como declaramos bendición en el nombre de jesús o declaramos prosperidad sobre esta ciudad son ejemplos de esta práctica. Pero, ¿Tiene fundamento bíblico este concepto? ¿Es realmente posible decretar la realidad a través de nuestras palabras?

Índice

El Poder de las Palabras: Una Perspectiva Bíblica

La idea de que nuestras palabras tienen poder se basa en pasajes como Proverbios 18:21: muerte y vida están en poder de la lengua. Sin embargo, interpretar este versículo como una justificación para decretar la realidad es un error común. El contexto de este proverbio se refiere al poder de las palabras para construir o destruir relaciones, influir en la percepción de los demás y causar daño emocional. No se trata de controlar el entorno físico o manipular a Dios.

En la Biblia, encontramos cientos de oraciones, pero ninguna de ellas incluye la práctica de declarar en el sentido de decretar. Ni en los Salmos, ni en las oraciones de los profetas, ni en las de Jesús ni en las de Pablo encontramos ejemplos de esta práctica. La palabra declarar puede ser sinónimo de proclamar o hacer público, como en la frase dios, declaramos tu grandeza. Esta forma de oración es bíblica, pero no se confunde con decretar.

¿Declarar o Pedir?

La diferencia clave reside en el objetivo de la oración. Al decir declaramos que eres el dios proveedor, estamos reconociendo la naturaleza de Dios, pero al decir declaramos provisión, estamos intentando imponer nuestra voluntad a Dios. La Biblia nos enseña que solo Dios es el que decreta las cosas, por lo que al declarar en este sentido, estamos asumiendo un rol que solo le pertenece a Él. Es una forma de presunción y auto-exaltación que debemos evitar.

La Historia de la Doctrina del yo declaro

La idea del yo declaro tiene sus raíces en el nuevo pensamiento, una corriente filosófica y teológica surgida en el siglo XVIII. Emanuel Swedenborg, un filósofo y teólogo herético, enseñaba que la mente podía crear la realidad física. Más tarde, Phineas Quimby, considerado el padre del nuevo pensamiento, desarrolló esta idea, afirmando que la mente podía formar y dictar cosas materiales.

En el siglo XIX, estas ideas se popularizaron a través del gurú Ralph Waldo Trine, quien publicó un libro en 1897 que vendió millones de copias. Trine sostenía que lo que se afirmaba con la mente y las palabras se convertía en realidad. Sin embargo, estas ideas no llegaron a las iglesias directamente de Trine, quien negaba la Biblia y la deidad de Cristo, sino a través del pastor E.W. Kenyon. Kenyon, compañero de estudio de Trine, fue un defensor del pensamiento positivo y enseñó que las confesiones positivas eran la clave para la prosperidad.

qué es un decreto en la biblia - Qué significa la palabra decretar en la Biblia

Kenyon influyó en figuras como Kenneth Hagin y Oral Roberts, quienes a su vez influyeron en líderes latinoamericanos como Cash Luna, Guillermo Maldonado y Daniel Habif. Estos líderes han popularizado la práctica del yo declaro en América Latina, mezclando enseñanzas bíblicas con elementos del nuevo pensamiento.

El Verdadero Significado de Proverbios 18:21

Proverbios 18:21 no se refiere a decretar la realidad, sino a la responsabilidad que tenemos con nuestras palabras. El proverbio nos advierte sobre el poder de las palabras para edificar o destruir, influir en la percepción de los demás y causar daño emocional. La última frase del versículo, y los que la aman comerán su fruto, nos indica que nuestras palabras tienen consecuencias, tanto positivas como negativas. El proverbio nos exhorta a usar nuestras palabras con sabiduría, cuidado y responsabilidad.

Otros pasajes bíblicos que se utilizan para justificar la práctica del yo declaro también son sacados de contexto. Por ejemplo, 2 Corintios 4:13 habla de la confianza en la Palabra de Dios, no de declarar la realidad. 1 Juan 5:14-15 habla de pedir a Dios conforme a su voluntad, no de declarar nuestras peticiones como si ya fueran realidad.

La Meta Principal de la Oración

La oración no es una fórmula mágica para manipular a Dios o crear la realidad. La oración es una relación con Dios, una oportunidad para conocerle, amarle, alabarle, agradecerle, pedirle perdón y buscar su ayuda en nuestras necesidades. La oración no se trata de transacciones, sino de una relación con nuestro Rey y amigo fiel.

Imaginemos la situación de una pareja. Si un esposo le dijera a su esposa: declaro un masaje de 30 minutos esta noche, ¿Cómo se sentiría ella? Es probable que se sienta ofendida o manipulada. La relación sana se basa en el respeto, la comunicación y la confianza, no en órdenes o exigencias. De igual manera, la relación con Dios no se basa en declaraciones sino en la humildad, la confianza y la obediencia a su voluntad.

La práctica del yo declaro no tiene fundamento bíblico. Dios no necesita que le declaremos nuestra voluntad, sino que desea que nos acerquemos a Él con humildad, confianza y obediencia. La oración es un regalo que nos permite crecer en nuestra relación con Dios, buscar su tutorial, pedir su perdón y agradecer su amor. No necesitamos fórmulas humanas para hacer nuestras oraciones más poderosas. Solo necesitamos la verdad de su Palabra y la fe en su poder.

Lo que necesits saber

¿Qué significa la palabra decretar en la Biblia?

En la Biblia, la palabra decretar se refiere a la acción de Dios de establecer un plan o una ley. Solo Dios tiene el poder de decretar, ya que Él es el creador y soberano de todas las cosas.

¿Hay algún ejemplo bíblico de declarar en el sentido de decretar ?

No hay ningún ejemplo bíblico de declarar en el sentido de decretar la realidad. Las oraciones bíblicas se basan en la súplica, la alabanza, la confesión y la búsqueda de la voluntad de Dios.

¿Es malo orar con fe?

No, orar con fe es fundamental para una relación con Dios. La fe nos permite confiar en su poder y en su voluntad, pero la fe no se confunde con declarar la realidad como si ya fuera un hecho.

¿Cómo puedo orar de manera bíblica?

Puedes orar de manera bíblica al buscar la voluntad de Dios, al pedirle su tutorial, al alabarle por sus atributos, al agradecerle por sus bendiciones y al pedirle perdón por tus pecados. La oración debe ser una conversación con Dios, basada en el respeto, la humildad y la confianza en su poder.

Tabla: Diferencias entre declarar y pedir

Característica Declarar Pedir
Objetivo Imposición de la voluntad personal Búsqueda de la voluntad de Dios
Fundamento nuevo pensamiento Biblia
Ejemplo declaro que estaré sano señor, te pido que me sanes

Recuerda que la Biblia es la fuente de verdad y sabiduría. Confía en su enseñanza y permite que Dios te guíe en tu relación con Él.

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