¿Quién puede predicar según la biblia?

La Biblia, el libro más leído en la historia, también es el más interpretado erróneamente. Esto se refleja en la existencia de miles de denominaciones cristianas, cada una con sus propias doctrinas y creencias, a pesar de compartir la misma base: la Biblia. Esta situación genera confusión y lleva a muchas personas a preguntarse: ¿Cómo se entiende realmente la Biblia? ¿Por qué hay tantas religiones con enseñanzas contradictorias si todas se basan en el mismo libro? ¿Cómo podemos estar seguros de que la interpretación de la Biblia que recibimos es correcta?

La Iglesia de Cristo, como muchas otras denominaciones, busca responder a estas preguntas a través del estudio y la interpretación de la Biblia. En este artículo, exploraremos la cuestión fundamental de quién tiene la autoridad para predicar la palabra de Dios según la Biblia.

Índice

La Elección Divina de los Predicadores: Un Patrón Consistente

La Biblia nos muestra que Dios ha establecido un patrón consistente a lo largo de la historia de elegir y designar a personas para que revelen y enseñen sus palabras. Esta elección divina no es un capricho, sino una estrategia para asegurar que su mensaje se transmita con fidelidad y autoridad.

  • En el tiempo antediluviano, Dios escogió a Noé para predicar la justicia y advertir sobre el diluvio (2 Pedro 2:5). Aunque Noé predicó con fervor, solo ocho personas escucharon su mensaje y se salvaron. El resto pereció por su incredulidad.
  • En la época de los profetas, encontramos ejemplos como el de Jeremías, quien fue llamado por Dios desde el vientre materno para ser profeta a las naciones (Jeremías 1:4-7,9). Jeremías, al principio, se resistía debido a su juventud, pero Dios le aseguró que lo acompañaría y le daría las palabras que debía pronunciar.
  • En la ley mosaica, Dios estableció que los sacerdotes tenían la responsabilidad de enseñar la ley a su pueblo. Sus labios debían guardar la sabiduría y la gente debía buscar instrucción en sus palabras, pues eran mensajeros del Señor (Malaquías 2:7).

Este patrón de elección divina continúa en la era cristiana. Jesús, el mensajero más grande de Dios, fue ungido para predicar el evangelio (Lucas 4:16,18). Incluso después de su ascensión, Dios continuó eligiendo a personas para que llevaran su mensaje al entorno.

  • El apóstol Juan recibió una visión en la isla de Patmos, donde se le ordenó escribir las palabras de Dios en un libro y enviarlas a las siete iglesias de Asia (Apocalipsis 1:9-11).

La Necesidad de Maestros y Mensajeros

Algunos argumentan que la Biblia, al estar escrita, hace innecesaria la figura del predicador o maestro. Sin embargo, la Biblia misma nos muestra que la interpretación de sus palabras requiere un entendimiento especial, que solo se obtiene a través de la revelación divina.

  • Pablo, en Romanos 16:25, destaca la importancia de los mensajeros designados por Dios, pues el evangelio contiene un misterio que solo se revela a quienes Dios lo ha escogido.
  • Jesús mismo, en Marcos 4:11-12, habla de un secreto del reino de Dios que solo se revela a sus apóstoles. Aquellos que no son mensajeros no pueden entender las palabras de Dios sin la tutorial de aquellos a quienes se les ha revelado el misterio.
  • El apóstol Pablo, en 1 Corintios 2:13, afirma que la predicación del evangelio no proviene de la sabiduría humana, sino del Espíritu Santo. La mente humana, por sí sola, no puede comprender la profundidad del evangelio.
  • La segunda epístola a Timoteo 3:7 nos recuerda que, aunque estudiemos diligentemente las palabras de Dios, nunca llegaremos al pleno conocimiento de la verdad sin la ayuda del Espíritu Santo.

¿Quién Puede Predicar?

La Biblia nos muestra que no todos pueden predicar. La predicación no es un derecho que se adquiere por conocimiento o habilidad humana, sino un don que Dios otorga a aquellos que Él elige. Un predicador debe ser un mensajero de Dios, llamado y enviado por Él para compartir su palabra con el entorno.

El llamado a la predicación no es algo que se busca, sino algo que se recibe. Dios elige a quienes considera aptos para la tarea, guiándose por su voluntad y sus propósitos. El predicador debe ser un hombre o mujer de fe, que haya experimentado la transformación de la gracia de Dios en su vida, y que esté dispuesto a obedecer su llamado.

Características de un Predicador

Aunque no existe un manual de requisitos para ser predicador, la Biblia nos da algunas pistas sobre las cualidades que debe tener un mensajero de Dios:

  • Un corazón sensible al Espíritu Santo : Un buen predicador debe estar en constante comunión con Dios, buscando su tutorial y sabiduría para transmitir su mensaje.
  • Un profundo conocimiento de la Biblia : La palabra de Dios es la base de la predicación. Un predicador debe conocerla a fondo, no solo en su letra, sino también en su espíritu y significado.
  • Un carácter intachable : La vida del predicador debe ser un testimonio de la verdad que predica. Su conducta debe ser coherente con su mensaje, inspirando confianza y respeto en los demás.
  • Un amor genuino por las personas : El predicador debe tener un corazón compasivo y un deseo sincero de llevar la palabra de Dios a otros, buscando su bien y su salvación.
  • Un don para la comunicación : El predicador debe ser capaz de comunicar el mensaje de Dios de una manera clara, concisa y atractiva, utilizando un lenguaje que sea comprensible para su audiencia.

Consultas Habituales

¿Cómo puedo saber si Dios me ha llamado a predicar?

El llamado de Dios es personal y se manifiesta de diferentes maneras. Si sientes un fuerte deseo de compartir la palabra de Dios con otros, si te apasiona la enseñanza bíblica y sientes que Dios te da un mensaje específico para transmitir, puede ser que Él te esté llamando a la predicación. Sin embargo, es importante buscar la confirmación de otros creyentes maduros, especialmente líderes espirituales, para discernir si este llamado proviene realmente de Dios.

¿Es necesario tener una formación teológica para predicar?

La formación teológica puede ser muy útil para desarrollar una comprensión profunda de la Biblia y para aprender las habilidades necesarias para la predicación. Sin embargo, no es un requisito indispensable para ser un predicador. Dios puede usar a personas con diferentes niveles de formación para llevar su mensaje al entorno. Lo importante es que el predicador esté dispuesto a aprender, a crecer en su conocimiento de la Biblia y a seguir la tutorial del Espíritu Santo.

¿Qué puedo hacer si no me siento llamado a predicar, pero quiero compartir mi fe con otros?

Hay muchas maneras de compartir tu fe con otros, incluso si no te sientes llamado a la predicación. Puedes hacerlo a través de tu testimonio personal, de tu forma de vivir, de tu servicio a los demás, de conversaciones informales con amigos y familiares, o de participar en grupos de estudio bíblico. Lo importante es que seas un testimonio de la gracia de Dios en tu vida, y que estés dispuesto a compartir tu fe con quienes te rodean.

La Biblia nos enseña que la predicación es una responsabilidad sagrada que solo se debe ejercer con la autoridad y el respaldo de Dios. No es algo que se puede tomar a la ligera o que se puede ejercer sin preparación y discernimiento. La predicación es un don que Dios otorga a quienes Él elige para llevar su mensaje al entorno.

Si te sientes llamado a la predicación, busca la tutorial de Dios, ora por discernimiento y prepárate para la tarea. Si no te sientes llamado a la predicación, recuerda que hay muchas maneras de compartir tu fe con otros. Lo importante es que seas un testimonio de la gracia de Dios en tu vida y que estés dispuesto a compartir tu fe con quienes te rodean.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a ¿Quién puede predicar según la biblia? puedes visitar la categoría Interpretación bíblica.

Subir